Y quienes menos practican la lactancia exclusiva son las mamás trabajadoras, pues tan sólo 1 de cada 10 mujeres que trabajan amamantan a su bebé1.
La lactancia materna tiene una infinidad de beneficios no sólo inmediatos, también futuros en la salud de madres e infantes, pues proporciona nutrientes que son fundamentales y que aseguran la supervivencia del bebé. Entre algunos de los muchos beneficios son que contribuyen al desarrollo cognitivo, psicológico y afectivo. Además, previene diversas infecciones, al igual que la obesidad infantil, entre otras, por otro lado, la relación afectiva y el contacto físico son estímulos importantes para la o el bebé. También, existen beneficios para la madre, pues reduce riesgos de hipertensión, cáncer de mama, de ovario y diabetes. Por ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda practicar lactancia exclusiva durante los primeros 6 meses de vida, y continúa hasta los 2 años o más2.
Sin embargo, existen un sinfín de limitaciones políticas, sociales, personales y sobre todo laborales para apoyar, promover y proteger la lactancia materna, lo cual repercute en la morbilidad y mortalidad de infantes y madres. Según la ENADID (Encuesta Nacional de Dinámica Demográfica) 2018, 91.2 % de las madres que trabajan le dieron leche materna a su bebé, sin embargo, tan sólo 9.9 % le dio durante 6 meses3.
México está muy lejos de lograr la meta de la Asamblea Mundial de Nutrición, la cual es que el 50% de la lactancia en los primeros 6 meses sea exclusiva para el año 2025, pues solo 1 de cada 3 bebés es alimentada(o) de dicha forma4.
Los motivos principales son la falta de infraestructura y políticas laborales que impulsen el bienestar de las madres trabajadoras para amamantar, no existen espacios con las condiciones o recursos necesarios para que puedan realizar la práctica de extracción de leche, o bien de amamantar. Según una encuesta realizada por UNICEF tan sólo 17.3 % de las empresas cuentan con una sala de lactancia digna e higiénica y 24 % cumplen con lo establecido ante la ley sobre la lactancia materna5.
Muchas empresas no consideran necesario implementar políticas de lactancia materna por falta de interés, baja tasa de mujeres embarazadas o en etapa de lactancia, o bien por considerar la lactancia como un ámbito privado y por tanto personal6.
En 2023, la Semana Mundial de la Lactancia Materna girará en torno a la lactancia materna y el trabajo. Se trata de dar visibilidad cuestiones urgentes para garantizar que las mujeres puedan amamantar todo el tiempo que deseen: más de quinientos millones de mujeres trabajadoras no se benefician de prestaciones de maternidad básicas; y muchas se encuentran sin apoyos cuando se reincorporan al trabajo 7.
Es indispensable que en el ámbito laboral se cumplan los derechos de las madres trabajadoras, que se respeten los permisos que la ley establece sobre la maternidad remunerada, descansos durante la jornada laboral y en este sentido, que existan espacios dignos para amamantar, extraer y almacenar leche. Pues la lactancia digna no depende solo de las madres, sino del esfuerzo en sociedad para seguir exigiendo políticas públicas y laborales alrededor de nuestros derechos.
1Guía Práctica. Lactancia materna en el lugar de trabajo, para empresas e instituciones medianas y grandes.
2Derechos de infancia y adolescencia en México. Lactancia materna en la primera infancia en México. 2021
3INEGI. Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 2018. Microdatos.
4Guía Práctica. Lactancia materna en el lugar de trabajo, para empresas e instituciones medianas y grandes.
5UNICEF. Impulsando la lactancia materna en madres trabajadoras. 2022
6 UNICEF. Resumen ejecutivo. Espacios amigables para favorecer la lactancia materna en el lugar de trabajo.
7Organización Mundial de la Salud. Semana Mundial de la Lactancia Materna 2023 – Amamantar y trabajar: ¡hagamos que sea posible!